Gente maravillosa

Estoy que el corazón me salta y me vuelve a saltar, llevo un tiempo acumulando este sentimiento, pero ya no puedo, debo compartirlo de inmediato.
Todas las mañanas al llegar a mi trabajo me quedo mirando las bonitas flores del patio, están muy bien cuidadas, el césped bien cortado. Benditas son las manos que las cuidan, porque con ellas no solo florece el patio sino que también florece la esperanza, pertenecen a un personaje brillante. El barre el patio bien tempranito, todos los días, lava los carros de algunas personas y vive feliz.
Una de sus preocupaciones es poder llevar sus tareas completas a la escuela, a su edad que debe rondar por los 50 años, está cursando el octavo grado de la educación básica. No en vano, acecha al primero que llegue en la oficina para preguntarle sobre los temas que no conoce, especialmente en el área de matemáticas. Todos lo hacen con agrado y buena disposición. En la fiesta navideña del pasado año, ocurrió un milagro, todos saltamos (incluyéndome) de sus sillas de la emoción, estaban realizando el sorteo de una computadora portátil y él resultó agraciado, nunca había visto una cara de satisfacción tan conmovedora, como era de esperarse tan pronto la tuvo en sus manos no la volvió a soltar jamás.
Hoy me asalto de nuevo esa alegría cuando me trajo sus calificaciones correspondientes a las pruebas nacionales recién efectuadas , en las cuales decía que había sido promovido a primero de bachiller, con unas notas excelentes dignas de ser imitadas por tantos jóvenes que perciben el camino cerrado, y yo les digo que continua abierto siempre. Por cierto, también me trajo dos mangos, que voy a disfrutar y compartir, lástima que virtualmente no se puede hacer esta última parte.

2 respuestas a “Gente maravillosa

  1. Saludos cordiales.

    Se puede mirar solo lo que existe en el propio corazón.
    Se aprecia la belleza si ella existe en nuestro corazón.
    Se alegra del bien ajeno quien ama de verdad.

    Atentamente
    Erick Bojorque

Replica a Mairelys Cancelar la respuesta